Hace un tiempo que se habla sobre la supuesta ilegalidad de MailChimp en nuestro país.
Cuando hablo de ilegalidad, no me refiero a que MailChimp realice actividades fraudulentas o contrarias a la normativa española. Hablo de adecuación, ya que el famoso servicio para gestionar newsletters es más que seguro.
De ahí que guste tanto en nuestro sector. Un porcentaje muy elevado de artistas y galerías lo utilizan en sus boletines, ya sea por la facilidad a la hora de crear newsletters como por las estadísticas de uso posteriores. En cambio, los museos, infraestructuras privadas o, directamente, dependientes del Estado, son conscientes del riesgo que corren al emplear una herramienta, por así decirlo, alegal. Verás pocos que sigan empleándola.
¿Por qué es ilegal MailChimp?
Todo se remota a la normativa Safe Harbor. Gracias a ella, los datos almacenados en servidores externos a la Unión Europea gozaban de protección y cierto marco legal. En el caso de MailChimp, los servidores de la empresa se encuentran en Estados Unidos, así que la normativa iba de perlas. Pero Safe Harbor se vino abajo, así que, cada vez que introduces los datos de un nuevo cliente en una lista de distribución gestionada por MailChimp, los estás enviando a un lugar que ya no cuenta con el beneplácito de la UE y, por lo tanto, se encuentra fuera de su legislación.
De ahí que se diga que MailChimp es ilegal.
Existe otro motivo de peso para la legislación española: que Mailchimp y sus contratos están en inglés. Aunque la página de inicio esté en castellano, cuando te adentras en su backoffice, verás todo está en inglés. La Agencia Española de Protección de Datos insiste en que esos contratos deben estar en castellano para que cumplan la RGPD.
En sí, son tecnicismos y, en principio, la Agencia no te tendría que buscar las cosquillas por ello, pero que haga la vista gorda (o que no disponga de recursos para enfrentarse a una inspección masiva) tampoco hace más legal el asunto.
El problema es que esta problemática va para largo. Mi recomendación es emplear servicios con servidores en España, tan solo por ahorraros dolores de cabeza. La importación de datos entre plataformas acostumbra a ser sencilla y los formularios son drag and drop, o sea, que puedes arrastrar los elementos hasta dejarlos a tu gusto. Sé que da cierta pereza hacer el cambio, pero siempre es mejor que caer en una infracción.
Foto por Norbert Levajsics on Unsplash